Por: Nerea Etxebarria, Psicóloga Gral Sanitaria.
Comunicación no violenta. ¿Alguna vez te ha pasado que al intentar comunicar algo a tu pareja, madre, hermana o amiga, estando convencido/a de que la otra persona recibirá el mensaje con comprensión y aceptación, su reacción ha sido la contraria?
A veces podemos tener la mejor intención a la hora de trasmitir un mensaje difícil, y aun así ofender al/la receptor/a y no obtener el resultado que esperamos. Con el objetivo de contar con una forma de comunicarnos en la que la resolución de un conflicto resulte más provechosa, nace la Comunicación No Violenta.
La Comunicación No Violenta (en adelante, CNV) es un modelo de comunicación que nos permite trasladar a las personas los mensajes desde la honestidad y el respeto, así como desde la compasión.
Este modelo, desarrollado por Marshall Rosenberg, busca que nos podamos comunicar entre nosotros/as de forma eficaz y transparente, poniendo el foco en nuestras observaciones, sentimientos y necesidades, evitando el lenguaje evaluativo.
Esto es, en conversaciones del día a día, fácilmente mostramos una tendencia a emitir juicios o críticas acerca del comportamiento de la persona con la que estamos hablando. Más todavía si lo que estamos comunicando está teñido de enfado, frustración o decepción.
Esto ocurre porque el ser humano necesita darle sentido y explicación a todo lo que ocurre a su alrededor, y un ejemplo de esto es que cuando las personas de nuestro entorno nos hacen daño tenemos la necesidad de hacerles responsables de nuestro malestar.
¿Cuántas veces se oyen frases como, por ejemplo: “Eres un egoísta porque nunca hacemos los planes que a mí me gustan”?
En mensajes como éste se puede observar una clara etiquetación evaluativa hacia el/la receptor/a. La mala noticia es que a veces, aunque no empleemos juicios tan claros como el del ejemplo, podemos dejar escapar mensajes que en el fondo sí que evalúan y juzgan la conducta o actitud de nuestro/a receptor/a.
La buena noticia es, que la CNV nos dota de las herramientas necesarias para, por un lado, replantear nuestra forma de percibir y comprender los problemas y, por otro, reestructurar nuestros mensajes.
La CNV explica que determinadas situaciones nos generan unos u otros sentimientos, cuya aparición depende directamente de nuestras necesidades y deseos. Es decir, cuando ante un acontecimiento nos sentimos de una u otra manera (enfadados/as, tristes, asustados/as…), es porque una o varias de nuestras necesidades no están siento satisfechas.
A partir de estos tres factores se plantea, entonces, formular una petición a nuestro/a receptor/a. Por lo tanto, la CNV incluye cuatro pasos.
LOS CUATRO PASOS DE LA CNV:
- Observar los acontecimientos concretos que afectan a nuestro bienestar. Observar lo que ocurre en una determinada situación, lo que dicen y hacen los/as demás, sin ningún juicio ni evaluación. Como si fuésemos una cámara recogiendo lo que pasa de forma neutra.
- Identificar el/los sentimiento/s que surgen a raíz de lo que observamos.
- Identificar la/s necesidad/es , deseo/s, meta/s que están relacionadas con los sentimientos que hemos detectado. Son aquellas necesidades no satisfechas que hacen que nos sintamos como lo hacemos.
- Realizar una petición clara y directa a la persona receptora con el objetivo de asegurar la satisfacción de nuestra necesidad.
Vamos a ver un breve ejemplo de un caso entre un trabajador y su jefe.
Una manera de que el trabajador transmita un mensaje desde la CNV sería: “El último mes he salido más tarde de mi hora de salida todos los días a consecuencia de la cantidad de trabajo que tengo
(Paso 1, observar) y eso hace que esté agobiado y cansado cuando vengo a trabajar
(Paso 2, identificar sentimientos), ya que necesito una estabilidad y un equilibrio entre mi vida dentro y fuera del trabajo
(Paso 3, identificar necesidades). ¿Sería posible dividir la carga de trabajo entre los demás trabajadores?
(Paso 4, formular petición).
A la hora de identificar nuestros sentimientos y necesidades, la CNV nos brinda un inventario de opciones que podemos emplear.
En el caso de los sentimientos, cuando nuestras necesidades no están siendo satisfechas podemos contar con las siguientes opciones:
DESCONEXIÓN: Aburrido/a, Afectado/a, Aislado/a, Apático/a, Desconectado/a, Desidioso/a, Distante, Frío/a, Indiferente.
TRISTEZA: Decepcionado/a, Deprimido/a, Desanimado/a, Desgraciado/a, Desilusionado/a, Infeliz, Triste
CONFUSIÓN: Bloqueado/a, Confuso/a, Desorientado/a, Dividido/a, Dudoso/a, Escéptico/a, Espeso/a, Indeciso/a, Paralizado/a, Pensativo/a, Perdido/a, Perplejo/a, Vacilante
VULNERABILIDAD: Frágil, Impotente, Inseguro/a, Sensible, Tímido/a, Vulnerable
AVERSIÓN: Asco, Desdeñoso/a, Horrorizado/a, Desprecio, Odio, Repugnado/a
ANHELO: Añorado/a, Celoso/a, Deseoso/a, Envidioso/a, Melancólico/a, Nostálgico/a, Solo/a
MIEDO: Acongojado/a, Asustado/a, Atemorizado/a, Aterrorizado/a, Desconfiado/a, Pánico, Preocupado/a
ENFADO: Disgustado/a, Enfadado/a, Furioso/a, Indignado/a, Ira, Molesto/a, Resentido/a
IRRITACIÓN: Consternado/a, Frustrado/a, Impaciente, Irascible, Irritado/a, Malhumorado/a, Molesto/a
INQUIETUD: Agitado/a, Agobiado/a, Alarmado/a, Arrepentido/a, Avergonzado/a, Desconcertado/a, Escandalizado/a, Incómodo/a, Inquieto/a, Intranquilo/a, Preocupado/a, Sobresaltado/a, Sorprendido/a, Tembloroso/a
TENSIÓN: Ansioso/a, Conmocionado/a, Desbordado/a, Estresado/a, Irritable, Nervioso/a, Sobrecargado/a, Sobrepasado/a, Tenso/a
CANSANCIO: Abatido/a, Agotado/a, Cansado/a, Débil, Dolorido/a, Fatigado/a, Afligido/a, Angustiado/a, Desconsolado/a, Deshecho/a
¡Cuidado! Es importarte tener en cuenta que existe también una serie de falsos sentimientos que juzgan e interpretan el comportamiento o actitud de la otra persona. Estas son las opciones que no conviene utilizar en la CNV:
FALSOS SENTIMIENTOS: Abandonada, Acosada, Amenazada, Atacada, Censurada, Coaccionada, Desacreditada Despreciada, Engañada, Estafada, Excluida, Explotada, Humillada, Ignorada, Infravalorada, Juzgada, Presionada, Rechazada, Reprochada, Ridiculizada, Traicionada, Utilizada
En el caso de las necesidades que queremos identificar, contamos también con un inventario de opciones que incluye las siguientes:
CONEXIÓN: Aceptación, Agradecimiento, Coherencia, Colaboración, Compasión, Comunicación, Conocer y ser conocidx, Conexión, Confianza, Consideración, Cooperación, Empatía, Entender y ser entendidx, Estabilidad, Inclusión, Interconexión, Pertenencia, Realidad compartida, Reciprocidad, Respeto/autorrespeto, Seguridad emocional, Ver y ser vistx
CERCANÍA: Afecto, Amor, Apoyo, Calidez, Cercanía, Compañía, Comunidad, Contacto físico, Cuidado, Delicadeza, Interdependencia, Intimidad, Placer, Proximidad, Reconocimiento
SENTIDO: Aprendizaje, Auto-expresión, Capacidad, Claridad, Clausura, Conmemoración, Comprensión, Consciencia, Contribución, Creatividad, Crecimiento, Descubrimiento, Duelo, Efectividad, Eficacia, Esperanza, Estímulo, Exploración, Importar, Participación, Realización, Reto, Objetivo, Variedad
BIENESTAR FÍSICO: Abrigo, Agua, Aire, Alimento, Comodidad, Descanso/sueño, Espacio, Expresión sexual, Intimidad, Movimiento/ejercicio, Protección/refugio, Seguridad, Silencio
CELEBRACIÓN: Alegría, Celebración, Diversión
AUTONOMÍA: Elección, Espacio, Espontaneidad, Independencia, Libertad, Respeto
INTEGRIDAD: Autenticidad, Honestidad, Identidad, Presencia, Sinceridad, Solidaridad, Transparencia
PAZ: Armonía, Belleza, Comunión, Equilibrio, Espiritualidad, Igualdad, Inspiración, Orden, Quietud, Soledad, Tranquilidad
En conclusión, la comunicación no violenta
puede ser beneficioso para nuestras relaciones en varios niveles. Busca que desarrollemos relaciones sociales basadas en la colaboración y la comprensión y que seamos conocedores/as de nuestras necesidades y las de los/as demás.
También nos puede empoderar a la hora de gestionar nuestras relaciones, ya que, al transmitir un mensaje a través de la CNV, además de identificar nuestras necesidades, también establecemos las condiciones para que puedan estar satisfechas, dándonos la libertad de decidir qué hacer en los casos en los que no se cumplen las condiciones establecidas.
A través de la CNV nos hacemos conscientes y responsables de nuestro estado personal, así como compasivos y respetuosos ante el estado personal de los demás.
En resumen, la CNV nos da la oportunidad de resolver los conflictos interpersonales de forma que nadie salga herido/a en el proceso.
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Por: Nerea Etxebarria, Psicóloga Gral Sanitaria.